jueves, febrero 23, 2006

CUSCO
LA CIUDAD SAGRADA, ASI LE LLAMAN.


Ubicada a 3.250 metros sobre el nivel del mar. Es el corazón del Perú y el sueño de cualquier turista.
La describiré como una ventana al cielo.
Claridad, pureza, brillo; de cielo azul que hace que este pueblo irradie e ilumine todo lo que habita en el.

Recorrí junto a mi amiga peruana, a su esposo y su hijo menor, lugares que me parecieron sorprendentes e impresionantes.
Por el hecho de andar con mis amigos peruanos, pudimos subir a los "camiones" (mini-transportes urbanos) que trasladan a los ciudadanos cusqueños de un lugar a otro de la ciudad de una manera muchísimo más económica.
Llegamos a la parte alta de la ciudad desde donde se observa imponente y se destaca el Templo de Sacsayhuamán, no voy a entrar en detalles de la cantidad de enormes murallas de roca que la rodean y que protegen esta fortaleza construida con grandes bloques de granito, dispuestas en tres terrazas en zigzag, ni que era una verdadera fortaleza y que su nombre significaba "halcón satisfecho". Sólo les diré que me maraville con la perfección de las grandes piedras dispuestas en ese lugar, tan perfectamente talladas, como si hubieran sido esculpidas y limadas por algún "ente" gigante, poderoso y especial o debería decir "espacial". Acaricie estas rocas, toque los grandes escalones, pensando que fueron los mismos que una vez vieron pasar a Incas, Quechuas, Princesas y Españoles. Desde un descanso en esas alturas se ve todo el Cusco, sus casas, sus Plazas, Iglesias, la estación del tren, el aeropuerto, la Municipalidad, la Universidad, los grandes colegios.
Ahí disfrutando de unos mangos que traen del Amazonas, muy fragantes y sabrosos. Mi amiga me contó historias del templo, de sus Incas, me hizo volar con sus relatos, retroceder en el tiempo, transportarme y ver inundado de vida el Templo.
Conocí Tampumachay, "Baños del Inca", un lugar que en su tiempo debío ser maravillosamente ornamentado con flores y caídas de agua. Destinado para el descanso del rey del imperio.
Otro lugar llamado Q`enqo que era como un centro de ritos hecho en unas rocas misteriosas de aspecto enigmátcos. Que en su interior tenían galerías subterráneas. Todos estos lugares eran como de defensa de sus habitantes y muchos de estos intrincados subterráneos conectaban unos lugares con otros. Se dice que hasta una ciudad con otra. Creo, que cada lugar que visité no estuvo exento de misterio y de preguntas que nadie te puede contestar. Sobre todo los cómo?.
Bajamos caminando por otro sendero también de grandes escalinatas de piedras que nos condujo hasta una de las calles de la ciudad, pasamos por el lugar donde dos chilenos se hicieron tristemente famosos en Perú. Me refiero a los grafiteros y el muro (de piedra) donde se les ocurrió la estúpida idea de dejar unas rayas. (Obviamente ya no estaban)
Cada pedazo del Cusco esta levantado sobre estos muros incaicos que son valorados por representar el corazón de la arqueológia en Perú.
Caminanos hacia el centro, pasamos por un Barrio llamado San Blas. Las calles empedradas y angostas guardan miles de secretos. Miles de historias. Parece que hubiera sido ayer que caminaban los indios y españoles por ahí. Se siente, se percibe, en las puertas antiguas, en los balcones con exquisitos diseños. En las casonas, en los rincones. La Calle Hatun Rumiyoc donde esta la piedra labrada de los 12 angulos. Un niño se acercó y comenzó a contarme la historia de lo que había sido ese lugar un antiguo palacio y que en otro de sus muros se podía ver la figura de un tigre que estaba formado por las rocas. Y con una precisión indicaba cabeza, orejas, cuerpo, sexo, patas, todo. Uno debía tomar distancia para ver como las rocas podían dar forma a este animal. No sé como explicar el encanto de estas callecitas, que pequeñas tenían cierto magnétismo al caminar por ellas.
Aquí también estan los centros de artesanía que con el colorido de sus lanas, cuadros, adornos, plata y joyas te entusiasman a admirar estos talleres de artesanos cusqueños. Que maravilla!!
Convento e Iglesia de la Merced, Iglesia de la Compañía antes Amarucancha el Palacio del Inca Huayna Capác, Catedral, Plaza de Armas antes la Plaza del Guerrero donde se celebraba la Fiesta del Sol, Convento de Santo Domingo, en cada Plaza una iglesia, en cada rincón una historia. La mayoría de estos lugares eran de culto de los incas y por esa misma razón los españoles construyeron encima para forzarlos a cambiar su religión, sus creencias.
Mis propios guías me conducen por sus calles, tengo la suerte de ir acompañada de este matrimonio peruano, que quieren que conozca lo máximo posible en el menor tiempo, pués saben que no tengo mucho tiempo. Aunque aquí el tiempo parecierá haberse detenido.
Cruzamos el centro con destino a una "Picantería", donde me han invitado a almorzar y a tomar Chicha de Maíz.
Debo agregar el choclo del Cusco tiene los granos más grandes del mundo, según supe de buenas fuentes.
Pasamos primero a unos Baños Públicos, que me han dicho son más limpios. Para mi asombro son agujeros enlozados en el suelo, donde uno debe acertar, para llevar a cabo su cometido. No deja de parecerme jocoso. Aunque para la gente ahí parece de lo más normal.
Llegamos a nuestro destino en un zigzagear de calles, hasta una casa con un patio de piedras algo disparejas. A un costado se encontraba una cocina y el lugar mencionado. Fuimos los primeros en llegar, me pareció pobre el lugar, aunque se notaba limpio. Cuando se acercó el dueño, al cual conocían mis guías, me presentaron y muy cortesmente me saludo. Cada vez que mis anfitriones me presentaban las personas peruanas eran muy correctas y cariñosas al saludarme, sabiendo que yo era Chilena.
Me dicen que estas "Picanterías", son lugares donde los Peruanos van a almorzar y a compartir ratos agradables con sus coterráneos. Las personas se conocen, son familiares, amigos, compañeros de trabajo, en fín lo que sucede es que como se comparten las mesas, terminas conociendo al amigo del amigo y así sucesivamente. Lo que lo vuelve un ambiente grato y familiar.
Cordero, ensalada, choclo cusqueño, papá del amazonas llamada chucra o yucra (creo)y porsupuesto Cerveza Cusqueña en el Cusco.
El lugar se fue animando lentamente, hasta llenarse unas horas más tarde. Ese día se celebraba el día del Compadre, entonces es costumbre ponerse serpentinas en el cuello y tirarse challa en la cabeza. La gente muy animosa con el correr de los vasos de chicha de maíz. Aunque parecia que no todos se conocían con el correr de estas horas, las personas se enfrascaban en amenas conversaciones unas con otras. En mi mesa era "la chilena", fuí el centro de atención y de la conversación. Hablamos con todos, de todo, de la Guerra del Pacífico, de la Toma del Morro, de Politíca, de mi futura Presidenta, del ladrón de su país que se refugia en el mío, del futuro de Perú, de la inteligencia de los chilenos, etc, etc. Y brindis tras brindis, pués ahí uno no podía tomar su vaso, sin que los demás lo levantarán también y dijerán Salud!!. Me pareció de lo más divertido. Pués son muy educados y correctos.
Salí un momento a buscar internet por ahí cerca. En una esquina ví una paisana sentada como en el suelo. Con sus grandes faldones y el colorido de los mismos. Y con asombro veo que por debajo de ella, sale un hilo de líquido que corre zigzagueante por la calle hacía abajo. Parece una costumbre que las paisanas orinen donde el organismo se los mandé. Creo que lo más divertido tiene que haber sido mi cara de asombro. Me acuerdo y me rió.
Nos fuimos de la "Picantería" caminando de regreso por otras calles para que yo pudiera ver el aspecto nocturno de esta ciudad.
Que de noche es tan mágnetica como de día. El Convento de Santo Domingo Korikancha iluminado parece sacado de una postal europea. Este era un templo dedicado al culto del sol por los Incas y sobre el se construyó.
Fue un día que pudo haber sido agotador, pero no sentí el cansancio, ni tuve sueño, solo quería vivirlo intensamente.
A la mañana siguiente después de despedirme de mis anfitriones tan cariñosos, encamine mis pasos por la Vía del Sol que te deja justito en la Plaza de Armas, pués ahí recogería las únicas dos fotos que me tomé en esa ciudad. Mientras estaba ahí sentada en el centro del Cusco pensaba, en este mismo lugar se reunían los guerreros incas y celebraban la Fiesta del Sol. Aquí Pizarro proclamó la conquista del Cusco. Pareces como flotar en el tiempo...
Q´osqo como dicen los índigenas así esta escrito en varias plazas de la ciudad.
Yo estuve ahí, bajo el sol cusqueño, en medio de su Plaza de Armas.
Lo que pude sentir, no creo poder transmitirlo con simples palabras. Pero, estas pueden ser algunas: magía, magnetismo, energía, conexión, espacio y tiempo.
En cada esquina de sus calles, puedes palpar el espirítu quechua, el espirítu indomable e invencible del indio que se resistió hasta el final.
Hoy siglos después sigue vivo el espiritú, la cultura, los ritos, costumbres de estos lejanos y enigmáticos seres que habitaron el Cusco y que dejaron una huella imposible de borrar.
Me separaron de concretar este hermoso viaje al Imperio Inca 80 soles. Sólo 80 soles.. Macchu Picchu esta reservado para una pròxima oportunidad...donde espero ir acompañada.
Agradezco al cielo, la protecciòn de mi querida Virgen María a Dios; las fuerzas que me infunde para llevar a cabo este pequeño gran sueño y hacerlo posible cuando aún tengo vitalidad y energía.
Mell